jueves, 2 de octubre de 2008

LOS HOMBRES: ¡ESAS ADORABLES CREATURAS!


ALBA LUCIA CASTRO
Orientadora Familiar

Los hombres, seres incomprensibles pero adorables; orgullosos y nobles; recios y tiernos a la vez; tan frágiles como un indefenso criaturo huérfano ante las pérdidas afectivas y tan fuertes como supermán para proteger a su familia.

Capaces de decir cualquier mentira y sostenerla con tal de no perder la confianza de su amada, pero implacables cuando ella es quien miente. Potenciales infieles por vanidad y hombría, pero celosos a cual más.
Racionalistas, analíticos y críticos expertos, que huyen de cualquier situación que los obligue a afrontar sus propios sentimientos. Hábiles para dirigir una empresa, aunque impotentes frente al llanto y sufrimiento de su pareja o sus hijos.
Se estimulan y motivan cuando se sienten necesitados, pero se hartan cuando dependen en exceso de ellos. Si se sienten seguros del amor de su pareja se olvidan de los detalles, halagos e invitaciones, pero si perciben que ella puede volar ¡Ay troya la que se puede armar!
Generosos al dar consejos y solucionarle problemas a su pareja, pero irascibles cuando ella sugiere la solución, ofrece consejos o críticas no solicitadas, pues el macho es él y ella la débil princesa protegida.
Pierden el habla y sufren de irregulares sorderas cuando tienen problemas, pues prefieren encerrarse en sí mismos para sentirse bien y solucionar los problemas solos, para luego aparecer en escena como si nada hubiese sucedido y si la mujer lo increpa o simplemente vuelve a tocar el tema, huye de nuevo para evadir el diálogo.
Les es casi imposible concederle explícitamente la razón a su pareja, pero cuando logran comprender y aceptar el hecho, lo demuestran con acciones, ¡mucho mejor que hablar!
Jamás encuentran el objeto que buscan, mas cuando ella se lo muestra alegan que estaba mal ubicado. Si ella estrella el vehículo y queda de pie, primero revisan éste, hacen cálculo financiero de los daños y luego le recriminan porque debió transitar por otra calle.
Dan por sentado de que al satisfacer las necesidades primarias de la mujer, ella debe saber que la ama. Detestan la pregunta ¿me amas? Y les hastía oír “Te amo” por fuera del contexto de la intimidad. Odian decir “Te amo” y “perdóname”, prefieren expresarlo con todo su ser en la comunicación sexual
Cualquier parecido no es pura coincidencia, es que así son por naturaleza, así los hizo Dios y con toda la razón, pues ¡qué aburrida sería la vida de pareja si fueran iguales a nosotras! Y ¿se imagina este mundo sin esas adorables creaturas?.
No trate de cambiarlo, sea comprensiva y no se deje afectar por cosas que quizás son molestas, pero no tienen incidencia en la relación.
Armese de paciencia y busque el momento oportuno para decirle - de manera directa, clara, concisa, respetuosa y serena- lo que Ud siente y las consecuencias de las actitudes y actos de él. Valore las cosas positivas y reconozca lo que hace por Ud.

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